Vivimos ecuaciones con múltiples incógnitas,
piezas en un caos que deviene un universo
vivo, lejano del pensamiento y de la lógica:
Fractal. Discontinuo. Bello. Pleno de misterio.
Un halo de números fusiona las recónditas
canciones escondidas en cada letra y verso
esperando, en una danza dulce, paradójica,
nuestra sincronía en el universal concierto.
¿Cómo resolver esta discontinua discrepancia?
¿Anularemos el poder de toda distancia?
¿Pueden todas nuestras ecuaciones ser unidas
en el álgebra pura y existencial de la vida,
algoritmo que disuelve la oscura fragancia
del orgullo en el amor eterno que respira?
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¡Gracias! Un saludo…
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Me gusta…, pero sabes que no es un soneto, ¿verdad? 😉
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Hola. Si seguimos la definición, que incluye entre otras cosas versos endecasílabos, no. Saludos, 🙂
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Enorme…💓☺️
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Muchas gracias. Saludos.
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