Nadie cabe
en un número,
ni es tampoco
un guarismo.
Ni es un frío promedio
de una estadística
que interpreta
parcialmente
la realidad…
pero no es
y jamás será
la realidad.
Tras los números
se esconden hilos
de vivencias desconocidas,
fibras de carne y hueso
encendidas por un corazón
que vive en su diario andar.
Una persona no es un número
ni una pieza de un algoritmo.
Es única, irrepetible,
dibujada para una misión.
Y no puede ser contenida
en los trazos de una cifra
helada y carente de poesía…
porque instrumento del hombre
es el número, y no el hombre
esclavo de los números.
Fantástico!
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Obrigado você! Apreço o seu tempo para ler e comentar o poema. O tempo é o mais valioso bem.
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Sim, Minor, é uma verdade estas questões do tempo. Considero-o uma partilha positiva. 🙂 Um abraço.
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👍👍👍
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buena entrada!!!
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¡Gracias! Saludos…
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