Canta en el corazón una guitarra,
vibrando el alma pura de emoción.
Deja, con verbo dulce y luna clara
la melodía excelsa de un amor.
El rojo labio tiembla sin palabras,
quedóse sin poema y sin su flor.
El ojo aún persigue con sus aguas
al cantante ya oculto del balcón.
Expectantes los árboles, reflejan
la nueva rima a punto de brotar.
Inquietos, soñando, sólo contemplan
el presagio de un mágico final:
el viento corre y besa las estrellas,
amándose en una marcha triunfal.
Imagen tomada de Pexels
Me encantó. Gracias por compartir algo tan bello.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias compañero. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona