Hace viento. Se percibe la suave frescura
del invierno. Es agradable la nueva sonata
ofrecida por el débil sol que se refleja
en la luz multicolor amante de las aguas.
Hoy mi piel recuerda aquel primer escalofrío
que inundó con ardientes besos nuestras palabras.
Fue el invierno vencedor del tiempo y el olvido,
cuando se detuvieron los segundos y las aguas
para crear este intenso amor que nos abraza.
Los tonos de la tarde ocultan silenciosos
un himno del amor que devino en telegrama…
el beso que imaginó nuestra íntima armonía.
Así, este invierno nos reescribe las vivencias
al anunciar nuevos poemas tras el momento
cuando tímidamente nos besamos… anuncio
que revive y recuerda los besos primigenios
en esta tarde, elixir de toda la frescura
condensada en tus labios, esencia del silencio.
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