El viento persigue con su aroma
la quietud del claro día.
Y el aroma nacido de la taza
expele el calor de la armonía
que el café y el suave pan
bebieron de tus manos, niña,
olorosas a un cariño derramado,
sedientas de secretas alegrías,
rebosantes de míticas rapsodias,
deseosas de íntimas caricias,
escritoras de relatos refrescantes,
fuentes de una nueva poesía.
Y en esa poesía encontraremos
el aroma del amor que brilla
en los campos y en los marinos ojos
que siempre surcan nuestra vida.
Imagen tomada de Pexels
Muy bueno!
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¡Gracias! Saludos…
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Sentir profundo y bello.
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Muchas gracias por tu tiempo. Saludos.
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